Evidentemente
sí hay afán recaudatorio en la imposición de 1€ a cada receta expedida. Es un
impuesto directo y sangrante al bolsillo de los enfermos, que encima tienen que
soportar que les tomen por indigentes intelectuales.
Con
tres sencillos argumentos se puede desmontar la absurda justificación de Ignacio González,
-rabo de león reconvertido en cabeza de ratón-, para justificar la medida
recaudatoria de 1€ por receta en la Comunidad de Madrid:
1.
Haciendo memoria: ya fueron retirados 400 medicamentos de escaso valor
terapéutico de la lista de los medicamentos que pueden ser recetados, luego,
todos los que se recetan tienen valor terapéutico.
2. Si
se quiere evitar el consumo innecesario de medicamentos, debería imponerse un
impuesto a los medicamentos que se venden “sin receta” y justamente las recetas
deberían estar exentas. El médico es quien receta, por lo tanto, para “disuadir”
a la población de que consuma medicamentos inútiles, justamente habría que
gravar aquellos medicamentos que se venden “sin receta”, evitando la
automedicación, ya que los medicamentos con receta provienen de un profesional
de la salud, un médico que tiene un diagnóstico previo y que si receta, será porque
el paciente lo necesita, ¿O no?
¿Es que
puedo llegar yo al médico y soltarle una lista de medicamentos para que él,
sencillamente, me los recete aunque no los necesite? ¿Son los propios pacientes
los que se hacen el diagnóstico y se recetan los medicamentos y el médico es
apenas alguien que escribe recetas?
3. Si
lo que se pretende es disuadir a los enfermos de que tomen medicamentos que no
necesitan, lo que está mal es –según el gobierno-, la práctica médica. Lo que
expresa el gobierno a través del impuesto de 1€ a cada receta sería algo así: “dado
que los médicos sin criterio científico alguno recetan a la ligera lo que el
paciente quiere, imponemos 1€ por receta, “para que sea el paciente quien
autorregule su tratamiento médico”.
¿No es
un disparate total?
Si no
hay dinero en la sanidad, es mejor que los políticos nos digan a los ciudadanos
que necesitan un esfuerzo más por parte de todos para evitar la quiebra del
sistema de salud, y que la única medida
que la materia gris política puede producir para atajar este problema es gravar
las recetas con 1 €. Sería más digno y
más honesto. Pero decirnos que es una medida con el único y benéfico fin de “disuadirnos”
del consumo de medicamentos que no necesitamos, es una falta de respeto, y una
burla a los ciudadanos, que somos mayores de edad.
¡Menos
cachondeo, Señor González!
Si la medida que Ud. nos impone no tiene afán recaudatorio, ¡Debe tener Ud. en su chalet de lujo en Marbella un pulpo como animal de compañía!
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